Equipos con Futuro de Álvaro Merino y Joan Capdevilla

domingo, 4 de diciembre de 2022

Equipos con Futuro de Álvaro Merino y Joan Capdevilla

domingo, 4 de diciembre de 2022

Conocí a Álvaro Merino en una sesión del Curso de Consejos de Administración y Buen Gobierno impartido por el Instituto de Gobernanza Empresarial en el que reflexionamos sobre técnicas para mejorar la cohesión dentro de los Consejos de Administración y los Comités de Dirección.

Álvaro ha estado toda su vida vinculado al deporte de élite, primero como piragüista, Director Académico de las Escuela Universitaria Real Madrid y actualmente trasladando sus aprendizajes sobre el trabajo en equipo en el deporte a equipos directivos. Álvaro es un gran comunicador, que nos ayudó a realizar reflexiones profundas sobre nuestra labor para crear contextos de aprendizaje y para mejorar las dinámicas de nuestros equipos (en vertical y en horizontal).

Así en este contexto, llegó a mis manos su libro “Equipos con futuro”, en el que describe las fortalezas de La Roja del 2010. En este año de Mundial, este contenido viene como anillo al dedo y una vez más podemos concluir que él éxito no es el fruto de la casualidad sino fruto del método, la disciplina y la visión compartida.

Para una convencida del poder del talento colectivo, este libro resulta inspirador y cargado de ejemplos para la reflexión. Aquí incluyo algunas notas de su lectura.

El libro se divide en lecciones inspiradas en los rasgos que definen a los grandes equipos.

· Todo comienza con un brillo en los ojos: Los grandes equipos siempre luchan por algo transcendente, de carácter superior y unificador, conseguir esa visión compartida que permita a sus miembros conectar, desafiarse y mirar de frente un futuro ilusionante es el primer paso para crear un equipo.

· El cordón dorado (Los hilos invisibles son los vínculos más fuertes): El desafío de todo equipo es construir sentido de unidad para alcanzar un objetivo compartido, todo se resumen en el concepto sudafricano Ubuntu :”el bien común es el bien propio”. Inculcar generosidad y solidaridad entre los miembros de un equipo limitando el ego, es el gran reto que tienen los líderes. Es muy importante dedicar tiempo a hacer equipo a crear lazos entre sus componentes que vayan más allá del trabajo diario.

· Los que se suben y bajan del autobús: Decidir quien forma parte del equipo, en base a lo que aportan al equipo es fundamental para conseguir un equipo de alto rendimiento. Un individuo desencantado o un egoísta puede intoxicar a todo el equipo, por el contrario, se necesitan personas que estén dispuestas a sacrificar el éxito individual y ponerse al servicio del equipo. Las malas actitudes deben erradicarse y ser un filtro principal ya que tienen su base en el egoísmo. Me ha encantado esta frase: “La verdadera valía de una persona reside en su capacidad para mejorar el nivel de sus compañeros”.

· Factor Puyol : Este factor describe el compromiso extremo, y es básico para que exista confianza en el equipo, ya que saben que todos van a cumplir. El incumplimiento si se consiente abre la puerta a la duda y al cuestionamiento del propósito.

· El espíritu de liquen como metáfora de un espíritu irreductible. La madurez de un equipo se mide en la derrota, si cuando las cosas van mal se culpa a un compañero o se hace piña para continuar y que el ambiente externo no lo desestabilice.

· Arquitectura de talento: Colocar el talento en el mejor lugar, considerando sus deseos y aspiraciones y que cada persona lo conozca lo acepte y esté dispuesta a cooperar es fundamental. Los equipos excelentes dan una vuelta de tuerca a la estructura de roles básica: añaden a la función propia de cada uno, la de apoyar a los compañeros para que también cumplan su función. LA confianza es básica en un equipo, es una confianza de Triple C:

· Confianza de que nadie va a eludir el conflicto=> se enfrenta con rigor y franqueza

· Todos los miembros del equipo tienen buenas intenciones => LA grandeza de un equipo se mide por la calidad de sus conversaciones

· Participan todos juntos sin “escalafones” en la resolución del conflicto => El directivo /entrenador puede no tener respuestas y esto obliga al equipo a desarrollarse

· Humildad y ambición: un mix ganador: Los valores definen la huella de cada equipo y pueden favorecer o dificultar la consecución del propósito, son sagrados por que aseguran el mantenimiento de la esencia. En un equipo pueden convivir varios valores siempre que sean compatibles y se respete la diversidad. La humidad (mentalidad de principiante) y la ambición (alma de guerrero) son dos valores claves para el crecimiento. Si un equipo no tiene ambición, carece de energía y es fácil que caiga en la mediocridad.

· La magia del sentido común: Lo que nunca admite un jugador es que le engañen, puede haber diferencias en la forma de actuar pero el fondo debe respetar esta máxima para conseguir que los jugadores confíen en ti y pongan el alma en lo que hacen. Para cualquier entrenador o directivo que confíen en él es el primer paso para crear adhesión, para ello es fundamental, ser coherente, claro y amable: la Labor de un líder es construir un entorno de apoyo que ayude a la personas a dar lo mejor de si mismas y a potenciar su autoestima.

Para no olvidar: “Solo los verdaderos líderes se preocupan por conocer y ayudar a su equipo. Son conscientes de que no pueden imponer su voluntad a los demás y para suscitar una colaboración auténtica es necesario ganarse los corazones de las personas”

Es un libro muy ameno que deja importantes aprendizajes completados con ejemplos concretos que La Roja y sus integrantes vivieron en aquellos años. En cada capítulo incluye una herramienta para realizar en equipo y poder avanzar en los diferentes aprendizajes.

Muchas gracias Álvaro por el libro y por lo que nos transmitiste en la sesión, sin duda, grandes mensajes para hacer un liderazgo más efectivo y "hacer que las cosas buenas para todos, sucedan".

Un abrazo